Como amante de la cosmética natural, no te puedes quedar sin descubrir el Tensioactivo SCI. Gracias a sus particulares características, se trata de un gran aliado a la hora de elaborar todo tipo de champús sólidos y barras de ducha. Si aún no lo conoces, te invitamos a que sigas leyendo y descubras todo el potencial que tiene. ¡No te lo pierdas!
¿Qué es el tensioactivo SCI?
Si te preguntas qué significa SCI, debes saber que se trata de las siglas que hacen referencia a Sodium Cocoyl Isethionate. En otras palabras, es un tensioactivo aniónico que se deriva del aceite de coco. Carece de conservantes y es biodegradable, por lo que se suele utilizar muchísimo en cosmética para la elaboración de artículos de higiene sólidos.
Pero ¿qué son los tensioactivos? Son los elementos indispensables que se emplean en los cosméticos destinados a limpiar algo, pues confieren la capacidad de hacer una espuma rica y cremosa. También proporcionan espesor y humectación a dichos productos y sirven para hidratar el cabello y la piel. Como ves, este ingrediente no puede faltar en tu hogar si disfrutas elaborando champús o jabones de forma artesanal.
Cabe destacar que puedes conseguir este producto en diversos formatos y presentaciones, por ejemplo en polvo o en escamas.
¿Cuáles son sus propiedades?
Entre las múltiples propiedades del SCI, nos gustaría destacar las siguientes:
- Es un producto 100% puro y natural.
- No contiene sulfatos.
- Es una gran opción si quieres apostar por ser más respetuosos con el medio ambiente, ya que los productos sólidos ayudan a reducir los residuos generados por los envases cosméticos.
- La piel lo tolera muy bien, por lo que es apto para todo el mundo, independientemente del tipo que tengas.
- Sirve para suavizar las fórmulas elaboradas a base de coco en sulfato de sodio.
- Funciona incluso en aguas duras.
- El tacto que deja es suave y, además, proporciona un efecto acondicionador sobre la piel.
- De igual manera, en el caso de los champús sólidos, lo que se consigue es que el cabello esté acondicionado y suave.
- Su pH se sitúa entre 5 y 7. Por lo tanto, es perfecto para cuidar de tu pelo y del cuero cabelludo. A diferencia de los champús sólidos, que no llevan SCI y se elaboran mediante saponificación, no se requiere de un aclarado con vinagre para compensar su elevado pH.
- Es apto para el método curly. Así que, si estás interesada en dar vida a tus rizos de la forma más natural, esta es una buena forma de lograrlo.
Estas son las mejores aplicaciones del SCI
¿Necesitas un poco de inspiración acerca de cómo utilizar el SCI? No te preocupes, aquí estamos nosotros para ayudarte. Como podrás comprobar a continuación, se trata de un elemento muy versátil y que podrás aprovechar de múltiples formas.
- Uno de sus usos más comunes es para la elaboración de champús sólidos en barra. Hace unos años, era impensable tener productos en formato sólido para la limpieza del cabello, pero de un tiempo a esta parte se han vuelto imprescindibles en nuestra rutina de cuido diario. Además, al hacerlos tú misma puedes personalizarlos completamente a tu gusto y necesidades específicas.
- Otra opción son las barras de ducha. El SCI forma una espuma muy suave y abundante que seguro hace de tu rutina de higiene cotidiana una experiencia muy placentera.
Si aún no has empezado tu trayectoria como cosmética artesana, debes saber que elaborar cualquiera de estos productos es muy sencillo, así que te animamos a que lo intentes.
Lo primero y más importante es contar con una máscara de protección, así evitarás inhalar el polvo del tensioactivo mientras estés manipulándolo. En caso de que hayas adquirido este producto en láminas, recuerda que deberás triturarlas con la ayuda de un mortero hasta conseguir un fino polvo.
Después, deberás calentarlo a unos 75 ºC y mezclarlo con ácido esteárico. En caso de que la masa se solidifique antes de verterla en el molde que tienes preparado, te sugerimos que vuelvas a calentarla al baño María hasta unos 50 o 60 ºC; ahora ya podrás remover con facilidad de nuevo.
Asimismo, es posible combinar este elemento con otros ingredientes para conseguir el resultado que deseas. Como te decíamos, es una de las grandes ventajas de la cosmética hecha en casa. Aquí tienes algunas de las recomendaciones que te hacemos:
- Aceites vegetales (entre 0,1 y 10 %).
- Mantecas vegetales (entre 1 y 10 %).
- Hidroqueratina (10 %).
- Hidrolizado de seda (1 %).
- Ceramidas vegetales (entre 0,1 y 0,5 %).
- Ortiga (entre 0,1 y 0,5 %).
- Aceites esenciales (entre 0,5 y 2 %).
- Fragancias (entre 0,1 y 0,2 %).
Ahora ya conoces todo lo necesario para poder integrar el tensioactivo SCI en tus creaciones cosméticas, ¿Te animas a hacerlo? Estamos seguros de que tu pelo, tu piel y el medio ambiente te lo van a agradecer.
¿Tienes alguna duda? Déjanosla en los comentarios de este post para poder ayudarte con mucho gusto. ♥
Hacer cosmética natural y casera tiene muchas ventajas: obtener un producto adaptado a ti y a las necesidades de tu piel y cabello, eliminar tóxicos de cosméticos tradicionales e ingredientes innecesarios, conocer cada ingrediente de la fórmula, reducir plásticos y, además, disfrutar de un buen rato potingueando.
Sin embargo, es importante seguir ciertos pasos para que el proceso de elaboración sea seguro y no te cause reacción alérgica o irrite tu piel:
- Desinfecta los utensilios, envase y mesa de trabajo antes de empezar. ¡Se tarda sólo 1 minuto!
- Utiliza guantes, mascarilla y gafas en aquellas elaboraciones que lo requieran.
- Haz una medición de pH de la elaboración final para asegurarte de que está en el rango correcto. Puedes corregirla fácilmente. Sube el pH utilizando un álcali como el bicarbonato. Bájalo con una solución ácida. Por ejemplo unas gotas de ácido láctico o ácido cítrico.
- Hay que probar la elaboración siempre en una zona reducida de la piel para comprobar que no hay ninguna reacción adversa.
- Utiliza los ingredientes en su dosis correcta. La indicamos en todas las páginas de producto. Si tienes dudas sobre alguno, pregúntanos! ♥ No nos hacemos responsables del mal uso de los productos y de la incorrecta dosificación de los mismos en las elaboraciones.
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