Mi experiencia.
Hace alrededor de 3 años, quizás algo más, descubrí por mera casualidad el mundo de la cosmética natural, por algún motivo navegando por videos de YouTube me salió recomendado uno de los videos de nuestra querida potinguera Mili, del canal Natural y Normal.
Recuerdo que me impactó, ¿hacer cosmética en casa? Necesitaba saber más.
Empecé a ver video tras video y algo en mí empezaba a moverse por dentro. Poco después me decidí a hacer mi primer pedido.
Compré los ingredientes necesarios para elaborar un acondicionador capilar de coco, y ahí estaba yo, en mi cocina con ingredientes que nunca antes había visto y con miedo de lo que pudiese pasar, fue un punto de no retorno, no quería volver a usar un acondicionador comercial.
Tenía mil dudas por lo que necesitaba aclararlas, empecé a leer blogs, a ver videos de muchos creadores, a ver contenido en diferentes plataformas, tenía claro que quería seguir haciendo mi cosmética, pero tenía que hacerlo de una manera segura.
Lo primero a aclarar era...
¿Qué es la cosmética natural?
Descubrí que cuando hablamos de cosmética natural, no solo nos referimos a aquellos productos elaborados con materias primas de origen natural, sino también, mirándolo desde un punto de vista más ético y consciente, aquella que no solo tiene un impacto positivo en nuestro cuerpo, sino también en el medio ambiente. La mayoría de las personas que hacemos o adquirimos cosmética natural, buscamos que sus ingredientes no sean nocivos para el medio ambiente, que no contaminen las aguas, que no supongan un daño en nuestros bosques y que sean respetuosos con los seres vivos. Una vez sabida “la teoría” mi siguiente pregunta era.
¿Qué ventajas tiene sobre la cosmética convencional?
Como su propio nombre dice, al ser de elaboración casera, se pueden elegir cuales son los ingredientes a incluir en el producto que deseamos, esto lo hace completamente personalizable y se adapta a cualquier tipo de piel o cabello.
Podemos controlar el exceso de grasa con ingredientes seborreguladores o astringentes, podemos añadir ingredientes hidratantes para aquellas pieles que necesitan un extra de hidratación, podemos tratar las pieles maduras y cuidar cualquier tipo de cabello, solo necesitamos saber que necesitamos y ponernos manos a la obra.
Otra de las ventajas de la cosmética natural, es que al elegir los ingredientes que mejor se adaptan a nuestras características, nuestra piel y cabello van a ir beneficiándose poco a poco de las propiedades de esas materias primas, obteniendo unos resultados a corto-medio plazo mucho más resultones. Por otro lado, al no utilizar ingredientes tóxicos, cuidamos diariamente el órgano más grande que tenemos, nuestra piel.
Cremas, jabones, sérum, aceites, son muchos los productos que usamos en nuestro día a día. Eliminar de nuestra rutina ingredientes tóxicos, no solo hace que la piel luzca con más luz y salud, sino que verdaderamente estamos colaborando con el bien de nuestra salud, ya que estamos expuestos a muchos factores externos que no podemos controlar, como la contaminación ambiental, los pesticidas y la contaminación oceánica. Empezando por el aire que respiramos y acabando por lo que comemos.
Que bien pinta todo, ¿verdad? Pero...
¿Es seguro usar cosmética casera?
¿Me hará reacción? ¿Se estropeará la preparación? ¿Como y donde debo conservarla?
Mil dudas empezaron a surgir referente a ello, y vi que no tenía que preocuparme que el termino casero no es sinónimo de inseguro. Dentro de la cosmética natural, encontramos ingredientes que proporcionan a nuestras preparaciones una estabilidad microbiana y bacteriana optima durante varios meses, siempre que respetemos las indicaciones de los diferentes fabricantes, no hay que tener ningún tipo de miedo.
Por supuesto también se debe mantener unas medidas de higiene básicas a la hora de realizar las preparaciones, como son tener un banco de trabajo limpio y desinfectado, desinfectar con alcohol todos los materiales que se vayan a utilizar y usar guantes y mascarilla para no contaminar los ingredientes.
Con toda esta información ya estaba preparada para seguir realizando más preparaciones, pero para ello necesitaba conseguir un pequeño equipo de materiales con los que manejarme.
¿Qué materiales necesito para empezar a realizar mis propias preparaciones?
No quise hacer una gran inversión para empezar, con unos pocos materiales puedes realizar tus primeras preparaciones, vamos a ver cuáles son los que considero básicos.
- Báscula de precisión. Yo al principio pensaba que no era algo importante, que podía usar una común de cocina, pero cuando empecé a hacer preparaciones con aceites esenciales, conservantes y otras materias primas que necesitan poca dosificación comprobé que necesitaba algo más preciso. Busca una que tenga un escalado de 0,01g a 100g para empezar.
- Vaso de precipitado de cristal. Es muy útil para medir ya que van graduados y gracias a su material de cristal, la preparación cogerá temperatura antes.
- Pipetas. Son realmente cómodas para añadir ingredientes líquidos ya que controlas muy bien la dosificación sin riesgo a pasarte de cantidad.
- Papel para medir pH. Necesitas medir el pH de las preparaciones para comprobar que sean aptas para la zona en la que la vamos a utilizar, las tiras de papel son muy económicas y dan bastante precisión.
- Molde de silicona. Para esas preparaciones solidas que quieras hacer.
- Envases. Para tus preparaciones en crema.
Con todo esto que te he contado solo puedo decirte una cosa.
¡Ánimo!
Ya sabes lo más básico, ¿a qué esperas para iniciarte en esta aventura? Si aún tienes miedo, pero te interesa saber más, quédate por aquí. Todos los meses te traeré una nueva publicación repleta de información para que todos esos miedos se vayan y empieces a disfrutar de los beneficios de la cosmética natural. Y si por el contrario ya llevas un tiempo realizando tus propias preparaciones, ¡¡vamos a divertirnos!!
Nos vemos muy pronto en una nueva publicación, hasta entonces...no dejes de potinguear.
Hacer cosmética natural y casera tiene muchas ventajas: obtener un producto adaptado a ti y a las necesidades de tu piel y cabello, eliminar tóxicos de cosméticos tradicionales e ingredientes innecesarios, conocer cada ingrediente de la fórmula, reducir plásticos y, además, disfrutar de un buen rato potingueando.
Sin embargo, es importante seguir ciertos pasos para que el proceso de elaboración sea seguro y no te cause reacción alérgica o irrite tu piel:
- Desinfecta los utensilios, envase y mesa de trabajo antes de empezar. ¡Se tarda sólo 1 minuto!
- Utiliza guantes, mascarilla y gafas en aquellas elaboraciones que lo requieran.
- Haz una medición de pH de la elaboración final para asegurarte de que está en el rango correcto. Puedes corregirla fácilmente. Sube el pH utilizando un álcali como el bicarbonato. Bájalo con una solución ácida. Por ejemplo unas gotas de ácido láctico o ácido cítrico.
- Hay que probar la elaboración siempre en una zona reducida de la piel para comprobar que no hay ninguna reacción adversa.
- Utiliza los ingredientes en su dosis correcta. La indicamos en todas las páginas de producto. Si tienes dudas sobre alguno, pregúntanos! ♥ No nos hacemos responsables del mal uso de los productos y de la incorrecta dosificación de los mismos en las elaboraciones.